Un hombre entra al zaguán de un tanatorio justo en el momento en el que se va la luz. La oscuridad, el forzado silencio y la incómoda humedad que se respira en el vestíbulo le evoca un soliloquio con el que recorre trazos de distintas vidas hasta llegar a la suya propia.
Personajes díscolos, cómo no (un tío abuelo con su pareja de Almansa, un grupo de adolescentes punkys con moto, una muchacha en la orilla de una carretera…), que
provocan situaciones no menos disparatadas.
El público, envuelto en la historia, reacciona con empatía hacia la voz que les cuenta, y mira con los ojos grandes todo lo que va experimentando. Muchas carcajadas, alguna
situación burda superada con habilidad, ternura y humor. Y también preguntas. El espectáculo llena al público de mucha risa, emoción y también preguntas a las que nadie
tiene obligación de contestar.
Sobre el escenario, se ponen a bailar como pareja la vida y la muerte al ritmo y son que las risas del público marcan.
Todas las vidas deberían acabar bailando así.
Espacio: Sala.
Duración: 70 minutos.
Edad recomendada: Adulto.
Idioma: Castellano
Autor del texto y dirección artística: Félix Albo
Elenco: Félix Albo
Diseño de Iluminación: Ángel Salcedo